«O adulto cada vez mais infantilizado e a criança cada vez mais adultizada»

«El adulto cada vez más infantilizado y el niño cada vez más adultizado, lo que se puede observar sobre todo en preadolescentes que tienen pautas de jóvenes y en jóvenes que plantean reivindicaciones de adultos » (por acção dos meios de massas, sobretudo a televisão) NOriega, 1997: 416 

«Utilizar únicamente la variable edad es engañoso porque no se puede hablar de juventude, sino de jóvenes de determinadas características en oposición a otros jóvenes, al menos tanto como a otros sectores sociales.» (Noriega, 1997: 417)

«El joven producto del audiovisual de masas a) busca el sentido de lo concreto y se ve seducido por lo inmediato; b) tiene una visión  hedonista de la vida; c) predominan en él los valores afectivos y estéticos por encima de la lógica racional o ética; d) tienen dificultad en concretar los ideales, vertebrarlos y, por supuesto, llevarlos a cabo e) desprecian la historia porque no existe más que el presente; o f) tienen gran capacidad de admiración y de intuición de qué es lo nuevo. El modelo electrónico de joven obedece a un canon de belleza y de atuendo muy señalados» (Noriega, 417-418)

«Parece como si las televisiones pensasen que los jóvenes sólo tuvieran interés por la música y algunos objetos de consumo que se identifican con la la «cultura juvenil». Lo que ofrecen las programaciones como específico de los jóvenes aparece bajo el síndrome de  Peter Pan: si, por definición, ser joven es vivir en un estado de transición en tensión entre la infancia y la adultez, las televisiones quieren prorrogar indefinidamente ese momento como estado de felicidad despreocupada: se vive al día, en un clima de permanente felicidad despreocupada: se vive al día, en un clima de aventura, de diversión amable y humorística bajo la protección de las deidades del videoclip y el escenario cosmopolita (...)» (Noriega, 418)

«La imagen de joven en los medios de masa es, sin duda, un modelo importante para la construcción de la propia identidad. De hecho, los jóvenes consideran como las experiencias más significativas de sus vidas las de tipo cultural, por encima de las espirituales o místicas, religiosas, parapsicológicas, sexuales, amorosas, de relaciones interpersoanales, políticas, etc.» (Noriega, 419)